viernes, 27 de mayo de 2011

Cuando te vi por vez primera...


Cuando te vi por vez primera, tu mirada me enterneció, recuerdo que hablaba con Beto y aprovechó para presentarnos y que nos conociéramos.

Han pasado los años, la verdad que por vanidad femenina no sacaré cuentas, lo que sí recuerdo son frases que quedaron martillando en mi cabeza, no por desagradables, por el contrario, quedaron en mí como maravillosos recordatorios

Lo importante de ser y hacer lo que tengamos que hacer para resultar significativos en la vida de otros, por ejemplo.

La importancia de la integridad, de ser de una sola pieza, lo cual implica más que profesar, implica sencillamente cumplir, hacer, mostrarse congruentes.

Otro aspecto que valoro es haberme enseñado a identificar las incongruencias, las disonancias, lo que no hace sentido, como me decías…

Años después, querido maestro, llegó a mi video se Steve Jobs en una ceremonia de graduación en la Universidad estadounidense , en el cual mencionó dos aspectos que me hicieron sentido:

1.- la importancia de atar cabos y darnos cuenta como en la vida vamos atando cabos para darle sentido y significado y

2.- el otro aspecto es sobre la pérdida y el amor y esto a propósito de tu partida hace ya algunos días.

Todo esto lo aderezo con una maravillosa pregunta en la cual hace énfasis el Dr. DeVries con frecuencia y es el ¿Para qué de lo que nos pasa?

Atando cabos contigo para cerrar esta conversación hoy, no tienes idea de cuánto agradezco haberte conocido y de haber entendido el para qué de conocerte, de integrar lo que bien decías y bien hacías en mi ser y hacer.

Si bien, agradezco convivir con un ser tan maravilloso como tú, quiero que sepas, en donde quiera que estés, que no pasa un día sin que te recuerde y agradezca que sigan retumbando en mi mente y en mi corazón tus maravillosas enseñanzas…

Gracias Maestro, en cualquier momento te vuelvo a escribir…

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