Yo confieso que eso me pasó al principio de mi trabajo profesional, pero luego-luego se me quitó: era una cuestión de simple supervivencia, si permitía que los clientes se fueran sin pagar no pasaría mucho tiempo antes de que yo renunciara a mi profesión. Así que lo tatué en piedra “Estoy en esta profesión PRIMERO porque me encanta, pero TAMBIÉN porque es mi modo de vida, mi sustento”.
Hace algunos días en twitter una diseñadora gráfica me dijo “que le daba pena cobrar” y me preguntó si yo sabía a qué se debía, entonces me puse a pensar largo y tendido al respecto y encontré varias posible razones:
- De chiquitas nos dijeron que no deberíamos esperar un pago por lo que hacemos de buena manera, de buena gana o como un favor.
- Es de mala educación hablar de dinero.
- Te hacen sentir que lo que haces no es tan especial.
- La clásica falta de autoestima..."
http://clientesmalos.wordpress.com/2011/08/02/que-no-te-de-pena-cobrar-tu-trabajo/