Geovanni Papini cuenta:
El filósofo paseaba por los campos cuando encontró en el río a un pescador muy atareado
· ¿Qué haces, buen hombre?, le preguntó.
· Echo las redes.
· ¿Para qué?
· Para pescar.
· ¿Para qué quieres pescar?
· Para vender el pescado.
· ¿Para qué quieres venderlo?
· Para obtener algunas monedas.
· ¿Y para qué deseas el dinero?
· Para comer.
· ¿Para qué quieres comer?
· ¡Para vivir, señor, para vivir!
· ¿Pero para qué quieres vivir?
El pescador se quedó perplejo y enmudeció.
· ¿Para qué quieres vivir?, insistió el filósofo.
El pescador caviló unos momentos y al final respondió:
· Para pescar.