lunes, 17 de mayo de 2010


Pensamos que el éxito no es casualidad, que no es cuestión de suerte y mucho menos se le deja al destino.

El éxito se nutre a la par que se le da sentido a la vida, uno alimenta el otro, son una perfecta fórmula.
¿Qué es el éxito?

Para nosotros, sencillamente es una DECISIÓN.

Pudieramos pensar además que es muy subjetivo y que tiene una interpretación tan particular, que puede depender desde la forma de vivir la vida, la forma cómo concebimos al mundo, la forma como procesamos información y hasta la forma como nos relacionamos.

Mientras dilucidamos qué es eso que se llama Éxito, vamos a partir de las siguientes ideas:


- Pareciera que está muy relacionado a un estado de plenitud por logros alcanzados,


- Pareciera que tiene vínculo con la energía que se le imprime a cada acción que se realiza para alcanzar los sueños y nos referimos a esos sueños producto de la siesta del día a día.


- Pareciera que es algo que se ha ido sembrando en lo persona, familiar, social, profesional, organizacional en el pasado y se cosecha en el aquí y en el ahora.


-Pareciera que nos hace sentir de manera especial


-Pareciera estar relacionado no sólo del resultado, sino de disfrute que significa haber vivido un proceso que nos conduce con cada detalle a ese estado particular.


-Pareciera que si no se le da sentido a la vida es poco probable lograrlo y sentirlo.

Leí recientemente esta frase en un artículo y que sin duda lo he tomado como un buen cierre para éste post:

"Permite que la vida tenga dignidad y sentido para tí. Si los tiene, entonces importará menos de qué lado se incline la balanza particular del éxito o del fracaso"

¿Cuánto de fracaso tiene el éxito y cuanto de éxito tiene el fracaso?

¿Serán las dos caras de una misma moneda?

¿Será diferentes formas de concebir la vida?

¿Será cuestión de creencias?

Desde la distancia física y la cercanía emocional, nos despedimos por los momentos y les prometemos volvernos a leer muy pronto con otro caso curioso de historia organizacional.