Desde hace ya algunos años es muy común escuchar sobre Responsabilidad Social Empresarial.
De manera muy acertada se ha venido promoviendo la toma de conciencia en el empresariado en el mundo, para que miren más allá de las fronteras de su organización.
Si bien es cierto que lo que das, será lo que recibas y que esta sensibilización que va desde lo social hasta aspectos relacionados con cambio climático, son temas de gran importancia, no menos cierto es que parece que se dejó de prestar la debida atención hacia dentro focalizando la atención hacia el entorno.
Cuando era niña, mi madre trabajó para una emblemática organización propiedad de esos empresarios de la misma calidad de Don Eugenio Mendoza y otros tantos que pasan por mi mente y recuerdo de manera muy grata como ese empresario supo combinar de manera sumamente adecuada lo técnico y lo social.
Recuerdo los muchos beneficios que disfrutaban los empleados y sus familiares.
Yo disfrute de planes vacacionales, servicios médicos-odontológicos, uniformes, educación, transporte y no sé cuantos beneficios más…adicionales a los que contaba mi madre por contratación colectiva.
Hace algunos años el letrero de Trabajo o Bienestar Social que identificaba estos departamentos en las organizaciones ya no existen y, los trabajadores sociales y sociólogos, cada vez tienen menos espacio en la empresa privada.
Gracias a la mirada hacia dentro de empresarios más recientes, hemos observado nuevamente interés en temas sociales que tocan de manera directa a sus colaboradores y me pregunto:
¿Cómo hacen los empresarios para gerenciar la atención de la organización no por moda, sino de acuerdo a las realidades y a las necesidades, tanto dentro como fuera de sus espacios de acción?
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